domingo, 26 de noviembre de 2017

¿Cómo formar delincuentes?


Métodos tradicionales para enseñar a leer y escribir a los niños



Estrategias para promover la participación de los padres en la educación de sus hijos: el potencial de la visita domiciliaria.



¡Apóyalos!
La importancia que tiene la familia en el éxito académico de un estudiante ha sido comprobada por diversos estudios y se convierte hoy en un hecho irrefutable (Coleman, 1966; Gil, 2009; Rivera y Milicic, 2006; UNESCO, 2004; Vera, González y Hernández, 2014). Por lo mismo, la participación que tienen los padres en la escuela adquiere un papel fundamental para potenciar las capacidades de los niños y jóvenes e incidir en su éxito académico (Baquedano-López, Alexander y Hernández, 2013; Boberiene, 2013; Dikkers, 2013; Garcia-Reid, Peterson y Reid, 2013). Según Boberiene (2013) el compromiso de los padres mejora las dinámicas dentro del aula, ya que incrementa las expectativas de los profesores, mejora la relación profesor-alumno y contribuye a una mayor competencia cultural de los estudiantes. Así también lo confirma un estudio realizado en Estados Unidos con familias de bajos ingresos, que concluye que el involucramiento de la familia en la escuela está asociado a una mejor relación del estudiante con su profesor, lo que influye en un mejor sentido de competencia del alumno en lenguaje y matemática y en el desarrollo de una mejor actitud hacia la escuela (Dearing et al., 2006).
Tal como lo señala la UNESCO (2004), los primeros educadores de los niños son los padres y madres y por lo tanto, el espacio de aprendizaje por excelencia es el hogar, seguido del barrio, comuna y ciudad. La escuela viene a "continuar y fortalecer con su conocimiento especializado lo que la familia ha iniciado y continúa realizando" (UNESCO, 2004: 23).
Si el capital sociocultural de las familias es marcador para el futuro de los niños, entonces sería conveniente enfatizar la intervención sobre las familias y no solo intensificar la acción compensadora de la escuela para salvar las carencias de partida de los estudiantes que vienen de contextos socialmente desfavorecidos (Gil, 2009). La intervención sobre las familias puede hacerse desde las escuelas, en el sentido de fomentar la participación de los padres y madres en el proceso educativo. Sin embargo, es también un tema de políticas públicas, tal como lo señalan Dearing et al. (2006), quienes postulan que debería ser un objetivo central de las políticas y prácticas para disminuir la distancia entre los niños de bajos y altos ingresos.

El capital sociocultural no solo se entiende como la cantidad de años de escolaridad alcanzados por los padres, sino que también incluye la capacidad que estos tienen de desplegar esfuerzos y acciones concretos para apoyar la educación de sus hijos. Este es un aspecto de suma importancia en contextos socialmente vulnerables, en los cuales los padres presentan un menor nivel educacional. La complejidad del fenómeno amerita una mirada interdisciplinaria, sobre todo si se considera que la escuela se ha caracterizado por desconocer el papel protagónico de la familia en el desarrollo integral de los niños (Rivera y Milicic, 2006). Los educadores tienden a tratar a las familias como personas presentes y no como aliados (Boberiene, 2013) y las iniciativas de participación están a menudo desconectadas de los programas de instrucción. Este artículo se sirve de los aportes del School Social Work1, especialidad del Trabajo Social que tiene una larga y productiva tradición en Estados Unidos desde inicios del siglo XX. El artículo tiene por propósito reflexionar acerca del potencial que presenta una técnica específica como parte de una estrategia de promoción de la participación de los padres en la educación de los hijos para favorecer su éxito académico.

Participe en las actividades escolares de su hijo

Infórmese sobre lo que ofrece la escuela Lea la información que la escuela envía a los hogares y hable con otros padres de familia para saber qué programas ofrece la escuela.

Colabore con la escuela de su hijo y/o participe en un grupo de padres y maestros de la escuela. Los maestros realmente aprecian que los padres ayuden en la escuela. Usted puede contribuir de muchas maneras. Por ejemplo, ofreciendo su colaboración como voluntario en la clase de su hijo o en la biblioteca o con comida para algún evento escolar.

Manténgase informado y apoye a su hijo

Haga preguntas. Si algo le preocupa acerca del aprendizaje o comportamiento de su hijo, pregúntele a la maestra o al director sobre dicho comportamiento y busque asesoría. Sus preguntas pueden ser como las siguientes: ¿Qué problemas específicos tiene mi hijo con la lectura? ¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo con este problema? ¿Cómo puedo evitar que otros niños intimiden a mi hijo? ¿Cómo le puedo ayudar a mi hijo a hacer las tareas? y ¿A qué grupo de lectura pertenece mi hijo?

Fomente el aprendizaje de su hijo en la casa

Demuestre una actitud positiva con respeto a la educación. Lo que decimos y hacemos en nuestras vidas diarias les puede ayudar a desarrollar actitudes positivas hacia la escuela y el aprendizaje, y a desarrollar la confianza en sí mismos como estudiantes. Al demostrarles que valoramos la educación y utilizamos nuestro conocimiento en la vida cotidiana, les damos un ejemplo muy poderoso a seguir, lo cual contribuye mucho a su éxito en la escuela.

Al demostrar interés en la educación de los niños, los padres y las familias pueden despertar su interés y dirigirlos hacia un descubrimiento muy importante-que el aprendizaje puede ser placentero además de traer consigo muchas recompensas, y vale la pena el esfuerzo que cuesta.

Supervise el uso de la televisión, los juegos electrónicos y el Internet. Los niños invierten una mayor proporción de su tiempo mirando la televisión o jugando juegos electrónicos que haciendo tarea o participando en otras actividades escolares. Supervise el uso de la televisión y los juegos electrónicos y Ayude a que su niño aprenda a usar el Internet adecuada y efectivamente ofrecen algunas sugerencias para ayudar a su niño a utilizar los medios con sensatez.

Aliente a su niño a leer. Lo más importante que usted puede hacer para ayudarle a su niño a tener éxito en la escuela-y en la vida-es ayudarle a leer. No podemos enfatizar demasiado la importancia de la lectura. La lectura ayuda a los niños a superarse en todas sus materias. Más aún, es la clave para el aprendizaje de toda la vida. Actividades para divertirse leyendo y Maneras divertidas y eficaces de leer con los niños le presentan algunos consejos para ayudar a que su niño se desarrolle como lector.

Aliente a su niño a ser responsable y trabajar independientemente. Tomar mayor responsabilidad y trabajar independientemente son cualidades importantes para el éxito escolar. Fomente la responsibilidad, la independencia, y el aprendizaje activo ofrece algunas sugerencias para ayudar a su niño a desarrollar estas cualidades.

Fomente el aprendizaje activo. Los niños necesitan participar en actividades de aprendizaje activo al igual que en actividades de aprendizaje independiente como leer o hacer tarea. El aprendizaje activo incluye hacer y responder a preguntas, resolver problemas y explorar intereses. El aprendizaje activo también se realiza cuando su niño participa en actividades deportivas, juega con sus amigos, actúa en una obra de teatro de la escuela, toca un instrumento musical o visita museos y librerías. Para promover el aprendizaje activo, pida que su niño comparta sus ideas con usted y respóndale.

Apoye los esfuerzos académicos de su hijo

Averigüe cómo le está yendo a su hijo en sus cursos. Pregúntele a la maestra cómo le está yendo a su hijo en comparación con los demás estudiantes. Si su hijo se está rezagando, especialmente en la lectura, consulte qué puede hacer usted o la escuela para ayudar. Es importante actuar oportunamente antes de que su hijo se retrase demasiado. Lea los reportes o informes escolares de su rendimiento académico. Para obtener más información, consulte la página Cómo saber si su hijo necesita ayuda adicional.

Solicite servicios especiales si cree que su hijo los necesita. Si su hijo está teniendo problemas de aprendizaje, solicite que la escuela lo evalúe en el idioma que más domina. Es probable que la maestra pueda hacer "adaptaciones" en la clase para su hijo. Si la escuela concluye que su hijo tiene una discapacidad de aprendizaje, usted podrá recibir ayuda adicional libre de costo. Para recibir más información consulte la página Dónde buscar ayuda.

Supervise la tarea. Haga a su niño comprender que usted piensa que la educación es algo importante y que hay que cumplir con la tarea escolar. Usted le puede ayudar a su niño con la tarea en las maneras siguientes: aparte un lugar especial para que su niño estudie, fije una hora para hacer la tarea, y elimine las distracciones cómo el televisor y llamadas sociales. También hay muchas maneras en que usted puede ayudar si no conoce la materia.

Busque quién le ayude a su hijo con las tareas. Si se le dificulta ayudarle a su hijo con las tareas o los proyectos escolares, consulte para encontrar a alguien más que pueda ayudarle. Comuníquese con la escuela, o busque la ayuda de un estudiante mayor, vecino o amigo.

Ayude a su hijo a preparar para las actividades a evaluar. Las actividades a evaluar cumplen en la actualidad un papel fundamental en las escuelas públicas. Su hijo puede dar una o más actividades a evaluar durante el año escolar y es posible que el maestro de su hijo dedique tiempo de clase a la preparación para la evaluación a lo largo del año. Como padre o madre, hay muchas formas de apoyar a su hijo antes y después de hacer actividades a evaluar.